3 de marzo de 2009

El Colegio y los Profesores

El nivel de exigencia de estos colegios hacia sus alumnos no guarda relación alguna con lo enseñado en la escuela primaria.
Durante el año la producción de textos que llevarán “nota” parten de una consigna del docente que el alumno deberá desarrollar en 45 minutos. El alumno sólo obtiene como “devolución” de su trabajo una calificación numérica. Los docentes consideran a la escritura un producto de la inmediatez ignorando que se trata de un proceso. La escritura debe ser un proceso que exige el respeto de tiempos individuales; un ir y venir de correcciones.


¿Castellano es la materia filtro?

Afirmar esto es osado y hasta imprudente pero los datos estadísticos nos deben poner al menos en alerta. Más del 40% de los alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires fracasan en Castellano, de los cuales casi la totalidad se “lleva” esta materia por no saber expresarse por medio de la escritura. En el momento de rendir la materia el problema continúa: superan la instancia de sintaxis pero siguen fracasando en escritura. En marzo suele repetirse la misma situación con el agravante de “llevársela” previa.
La realidad nos muestra que la falta de un trabajo sistemático en escritura genera un fracaso en Castellano.


El tiempo: un aliado o un enemigo

Mamá/papá cuanto antes se empiece con el trabajo en el Taller se podrá atender “las necesidades específicas de esta conflictiva área de Castellano”. Es conveniente comenzar desde los primeros trabajos pedidos por el docente para detectar a tiempo cualquier tipo de dificultades. Para cada una de ellas existe una solución en la medida que se cuente con el tiempo adecuado. Porque debemos entender que en escritura cada alumno tiene su tiempo.

¿Cómo corregir el problema de la escritura?

¡Precisamente corrigiendo! Se aprende a escribir corrigiendo y trabajando el texto hasta hacerlo propio.


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