28 de abril de 2009

Marcadores textuales

Señalan los accidentes de la prosa: la estructura, las conexiones entre frases, la función de un fragmento, etc. Tienen forma de conjunciones, adverbios, locuciones conjuntivas o incluso sintagmas, y son útiles para ayudar al lector a comprender el texto. La siguiente lista fue extraída de los siguientes autores: Marshek (1975), Flower (1989), Cassany (1991), «la Caixa» (1991) y Castellà (1992). Por supuesto, es forzosamente orientativa, funcional e incompleta.

Para estructurar el texto. Afectan a un fragmento relativamente extenso del texto (párrafo, apartado, grupo de oraciones…). Sirven para establecer orden y relaciones significativas entre frases.

Para estructurar las ideas. Afectan a fragmentos más breves de texto (oraciones, frases…) y conectan las ideas entre sí en el interior de la oración. Son las conjunciones de la gramática tradicional.



Los marcadores textuales deben colocarse en las posiciones importantes del texto (inicio de párrafo o frase), para que el lector los distinga de un vistazo, incluso antes de empezar a leer, y pueda hacerse una idea de la organización del texto. No hay que abusar de ellos porque pueden atiborrar el texto.

De La cocina de la escritura, Daniel Cassany, Anagrama, Barcelona, 1997

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