17 de abril de 2010





____Como había previsto Sebastián llegó a la cabaña pasadas las once. Su aspecto, sin embargo, era tan deplorable que alarmó a sus padres. El trabajo intenso en el Bosque con el Hombre del Arca lo había agotado tanto que su traza era preocupante. Además sus padres no entendían como estaba tostado por el sol.
____–¿Qué te pasó? –preguntó su madre espantada por su apariencia –¿Te sentís bien?
____–Perfectamente mamá, anduve mucho...
____–En algo más de una hora no pudiste haber ido muy lejos –objetó su padre.
____–Sí... claro... lo que sucede es que corrí mucho... jugué un rato a la pelota con unos chicos a unas cuadras de aquí... en una plaza –mintió Sebastián huyendo de las miradas de sus padres.
____–Bueno, ahora andá a lavarte que te toca pelar las papas para el puré del almuerzo –ordenó su madre.
____–Sí, mamá –obedeció Sebastián sintiendo un gran cansancio en su cuerpo.
____–¿No estará enfermo? –preguntó su padre.
____–No sé, está raro, muy colorado, dónde diablos tomó sol en este clima de porquería –protestó la madre.
____–Bueno, pero cumplió con el horario prometido –recordó su esposo.
____–Sí, pero igual quiero asegurarme que no anda en nada extraño.
____–Dejalo tranquilo. Por lo visto la esta pasando bien. Además sabemos que es un chico responsable y lo suficientemente adulto para juzgar si lo que hace está bien o no –dijo el padre sin poder cambiar la opinión de su esposa. –La culpa es nuestra –insistió el padre– por que vinimos con tantos proyectos y nos dejamos intimidar por el clima.
____En ese momento entró Sebastián y sus padres advirtieron que no sólo se había lavado sino que se había mudado de ropa y peinado prolijamente.
____–Bueno –comenzó el padre– con tu madre pensamos que es tiempo que nos llevés a conocer este pueblo. Así podemos salir los tres juntos.
____–Claro –gritó Sebastián que tenía la oportunidad servida– podemos ir mañana a los Juegos Marciales que se realizarán en las Arenas del Reñidero Municipal.
____–¿Y qué es ese Juego Marcial? –preguntó su madre.
____–Lucha –dijo tras pensar un instante– lucha libre. Se enfrentará la Criatura de los Bosques contra el Saurio Real. Ayer vi un afiche pegado en la pared...
____–¡Fantástico! A mí me parece una excelente idea. Ver una competencia deportiva no está mal. De paso paseamos un poco y hasta podemos tomar algún refresco –dijo su padre entusiasmado.
____Su madre en cambio no parecía convencida. Le inspiraba temor eso de Juegos Marciales y Arenas del Reñidero Municipal. Sebastián por su lado respiró aliviado por haber superado el primer escollo. Ahora restaba reunir a los Amigos del Bosque y transmitirle los pormenores del plan de rescate. Se arremangó la camisa y comenzó a pelar papas para el puré del mediodía.
____–La comida que trajimos se termina hoy con la cena. Mañana tendremos que comprar algo, espero que en este pueblo fantasma haya algún sitio. ¿Viste algún mercado? –le preguntó a Sebastián.
____–¿Mercado? No y eso que anduve por todos lados. Es raro, no vi negocios...
____–De todas formas no te preocupés, la gente tiene que comer en esta Aldea. Preguntaremos dónde consiguen sus alimentos –dijo el padre. A la mujer, por más voluntad que pusiera, el lugar cada vez le gustaba menos. El padre ya no tenía argumentos para defenderlo. La comida pronto estuvo lista y almorzaron entre risas y una charla fluida. Sebastián ayudó a levantar la mesa y luego se retiró a su habitación a descansar por que sentía sus piernas y brazos fatigados. Se tiró vestido en la cama y pronto se quedó dormido. Soñó que el plan era descubierto por los Gríseos y que lo atrapaban junto a sus amigos. Eran llevados a una Unidad de Detención. Recorrían pasillos que no tenían fin hasta que los encerraban en una de las mazmorras de Prorena. Los Gríseos y los Ciegos se divertían amenazándolos con arrojarlos a los Pozos Negros Sin Retorno...



© Gustavo Prego



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