Término empleado por el lingüística Lucien Tesnière para designar a los actores o actuantes en la frase. Para Tesnière la frase es un drama donde es posible distinguir un proceso, actores y circunstancias. En el plano sintáctico cada una de estas categorías corresponden al verbo, a los actantes y a los circunstantes. "Los actantes son los seres o cosas que de cualquier forma y manera, aun como simples figuras o pasivamente, participan en el proceso". Así por ejemplo en la frase: "El soldado envía una carta a su superior", carta y superior son actantes tantos como soldado. Por lo tanto no hay que confundir actante con el sujeto activo tradicional. Los actantes son siempre sustantivos o sustitutos de sustantivos, mientras que los circunstantes son adverbios o sus equivalentes. Actantes y circunstantes están directamente subordinados al verbo.
Esta categorización ha tenido una extensión muy productiva hacia los problemas planteados por el análisis del relato, especialmente en lo que hoy ha dado en llamar Narratología. Los sistemas de actantes (o estructura actancial en Greimas) son varios y evidentes se superponen. El modelo greimasiano, sobre la terminología de Tesnière, incluye: Sujeto/Objeto, Destinador/Destinatario, Ayudante/Opositor. El modelo de Propp, en su ya famosa Morgología del cuento, no emplea el término actante, que es posterior, sino el de Función. La realización (actuación) está a cargo de los Actores, término que también es retomado por Greimas, con otra fundamentación.
Greimas define al actante como "unidad semántica de la armazón del relato". En realidad el actante es producto de sus cualidades, de sus predicados (producidos en el texto) y por lo tanto constituye una suma de los sememas considerados como unidades integrativas, o para decirlo con palabras de Greimas: el actante como contenido investido está instituido por predicados en el interior de cada micro-universo dado; pero como subclase sintáctica es anterior a los predicados por el hecho de que la actividad discursiva consiste en la atribución de propiedades (predicados) a las entidades. Es evidente, entonces, que esta formalización implica dos principios mayores: una autonomía de la estructura semiológica y una anterioridad lógica de la misma por lo que las estructuras de significación manifestadas dependen de la primera. De esto puede concluirse, y es fundamental para los aspectos teóricos y metodológicos, que si bien Greimas considera el texto del relato (la organización de los mensajes) como producto de la función traslativa propia del funcionamiento lingüístico, no reduce el texto a un objeto puramente lingüístico. Pero si el actante es también -en el nivel de la gramática de superficie- una clase de actores definida por un grupo original de roles, presupone un grado de desubjetivización, de "despersonalización" de la categoría de Actor. Para comprender el intento greimasiano de describir una gramática narrativa actancial básica (y por ende universal) hay que tener en cuenta la distinción entre estructuras lógicas básicas, el lenguaje de manifestación de cada sistema semiológico particular (lenguaje, cine, teatro, historieta, etc.) y el nivel intermedio: la gramática narrativa de superficie, un análisis comparativo de las estructuras de superficie, un análisis comparativo de las estructuras de superficie, una análisis "profundo" de las "unidades narrativas mínimas" y "universales" y los caracteres específicos de su lenguaje de manifestación. La propuesta greimasiana (y las variantes ofrecidas por sus discípulos, Rastier, Coquet, etc.) ha demostrado una operatividad concluyente en el análisis de la literatura folklórica (etnoliteratura) y en la literatura denominada clásica, poniendo en evidencia el carácter fuertemente estructurado de estos textos. Es de señalar que la categoría actante presupone un intento de despsicologizar el análisis narrativo tradicional (la categoría personaje) permitiendo la elaboración de una lógica de la narración y posteriormente la posibilidad de la construcción de tipologías ad hoc, combinando el análisis semántico y el semiológico. Sin embargo plantea dos problemas esenciales: por un lado, la estructura actancial básica o matriz depende de un universo antropológico que no puede omitir el análisis del referente cultural (y en este caso las propuestas de solución a este problema para el caso de la etnoliteratura sugeridas por Greimas en Semiótica y Ciencias Sociales son insostenibles por su falta de rigor) y por ende el ideológico, y por el otro, es evidente la resistencia que los textos "modernos" oponen a este tipo de lectura.
Rosa, Nicolás, Léxico de lingüística y semiología, Biblioteca total, Los fundamentos de las ciencia del hombre Nº 76, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1978.
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